8/8/18

Apnea del sueño provoca fatiga durante el día, señala estudio [8-8-18]

 
Apnea del sueño provoca fatiga durante el día, señala estudio.
Apnea del sueño provoca fatiga durante el día, señala estudio.

Este trastorno afecta a uno de cada dos varones y a una mujer por cada cinco, pero el 80 por ciento no se diagnostica porque los que lo padecen, no se dan cuenta cuando están dormidos.

La apnea del sueño es un trastorno común en el que la persona que lo sufre hace una o más pausas en la respiración o tiene respiraciones superficiales durante el sueño. Las pausas pueden durar entre unos pocos segundos y varios minutos.

Este trastorno afecta a uno de cada dos varones y a una mujer por cada cinco, pero el 80 por ciento no se diagnostica porque los que lo padecen, no se dan cuenta cuando están dormidos, explicó la doctora Josephine Ruiz Healy.

Añadió que quienes padecen la apnea no pueden dormir, porque al tratar de hacerlo la vía aérea se colapsa y cuando se trata de respirar, el aire que pasa por esa vía aérea que es muy angosta, hace que la persona ronque.

Lo que se observa, son pausas en la respiración y en el estudio que se hizo en Australia con dos mil varones de 35 a 85 años, encontraron que llega mucha gente a clínicas del sueño porque están sumamente fatigados durante el día.

Y cuando analizaron su calidad de sueño, porque muchas veces sí los grabaron y se encontró que si se padece la apnea del sueño y gran fatiga durante el día, pero cuando se duerme bien, el cerebro crea una serie de neurotransmisores y sustancias que ayudan a regular el ánimo.

Y finalmente se dijo que la teoría es que cuando se junta la falta de sueño con el cansancio crónico y la falta de hormonas en los neurotransmisores, la incidencia de la depresión sube mucho más y la persona se acaba deprimiendo.
 
La apnea del sueño es un trastorno común en el que la persona que lo sufre hace una o más pausas en la respiración o tiene respiraciones superficiales durante el sueño. Las pausas pueden durar entre unos pocos segundos y varios minutos.

Este trastorno afecta a uno de cada dos varones y a una mujer por cada cinco, pero el 80 por ciento no se diagnostica porque los que lo padecen, no se dan cuenta cuando están dormidos, explicó la doctora Josephine Ruiz Healy.

Añadió que quienes padecen la apnea no pueden dormir, porque al tratar de hacerlo la vía aérea se colapsa y cuando se trata de respirar, el aire que pasa por esa vía aérea que es muy angosta, hace que la persona ronque.

Lo que se observa, son pausas en la respiración y en el estudio que se hizo en Australia con dos mil varones de 35 a 85 años, encontraron que llega mucha gente a clínicas del sueño porque están sumamente fatigados durante el día.

Y cuando analizaron su calidad de sueño, porque muchas veces sí los grabaron y se encontró que si se padece la apnea del sueño y gran fatiga durante el día, pero cuando se duerme bien, el cerebro crea una serie de neurotransmisores y sustancias que ayudan a regular el ánimo.

Y finalmente se dijo que la teoría es que cuando se junta la falta de sueño con el cansancio crónico y la falta de hormonas en los neurotransmisores, la incidencia de la depresión sube mucho más y la persona se acaba deprimiendo. - See more at: http://www.radioformula.com.mx/notas.asp?Idn=503869&idFC=2015#sthash.p3taxrec.dpuf
La apnea del sueño es un trastorno común en el que la persona que lo sufre hace una o más pausas en la respiración o tiene respiraciones superficiales durante el sueño. Las pausas pueden durar entre unos pocos segundos y varios minutos.

Este trastorno afecta a uno de cada dos varones y a una mujer por cada cinco, pero el 80 por ciento no se diagnostica porque los que lo padecen, no se dan cuenta cuando están dormidos, explicó la doctora Josephine Ruiz Healy.

Añadió que quienes padecen la apnea no pueden dormir, porque al tratar de hacerlo la vía aérea se colapsa y cuando se trata de respirar, el aire que pasa por esa vía aérea que es muy angosta, hace que la persona ronque.

Lo que se observa, son pausas en la respiración y en el estudio que se hizo en Australia con dos mil varones de 35 a 85 años, encontraron que llega mucha gente a clínicas del sueño porque están sumamente fatigados durante el día.

Y cuando analizaron su calidad de sueño, porque muchas veces sí los grabaron y se encontró que si se padece la apnea del sueño y gran fatiga durante el día, pero cuando se duerme bien, el cerebro crea una serie de neurotransmisores y sustancias que ayudan a regular el ánimo.

Y finalmente se dijo que la teoría es que cuando se junta la falta de sueño con el cansancio crónico y la falta de hormonas en los neurotransmisores, la incidencia de la depresión sube mucho más y la persona se acaba deprimiendo. - See more at: http://www.radioformula.com.mx/notas.asp?Idn=503869&idFC=2015#sthash.p3taxrec.dpuf

1/8/18

Las vacaciones son compatibles con el tratamiento de la apnea del sueño

Las vacaciones son compatibles con el tratamiento de la apnea del sueño


Las vacaciones son compatibles con el tratamiento de la apnea del sueño

Los especialistas señalan que la máquina CPAP puede acompañar a cualquier paciente incluso en viajes de avión. En estos casos es aconsejable llevar piezas de repuesto.


consalud.es

Con la llegada de las vacaciones de verano algunas personas se preguntan si pueden viajar con su máquina de CPAP. Los expertos señalan al respecto que, incluso, no importa el tipo de transporte. Por ejemplo, en un avión es posible siempre que se avise a la compañía aérea de la necesidad de usar la CPAP durante el viaje.

Para ello, recomiendan que el paciente se asegure de que dispone de filtros bacterianos, tubos flexibles y clips para el arnés de repuesto, o cualquier otra pieza importante que deba sustituir en caso de ruptura o pérdida. Obviamente, la mejor solución es llevarse una mascarilla de repuesto, aunque sea antigua, en lugar de no tener ninguna o pasar una noche sin tratamiento.

Además, los expertos recomiendan disponer en estos viajes de una tarjeta de alerta de CPAP. Con ella, el paciente puede advertir de que padece el síndrome de la apnea del sueño. Se trata de una información que los médicos deben conocer si van a realizar una intervención a ese paciente. También informa sobre sus presiones de CPAP, su contacto de emergencia y los datos de la clínica del centro hospitalario en el que le tratan.

Por otro lado, los especialistas aconsejan tener en cuenta los posibles efectos del conocido jet lag en la apnea del sueño y su efecto de desincronizar el reloj biológico del cerebro, alterando los ciclos de sueño y vigilia. Recomiendan al paciente que en estos casos ajuste su reloj en cuanto el avión aterrice. Esto le ayudará a adaptarte al nuevo horario lo antes posible.

En este sentido, es importante conocer que, si viaja hacia el oeste, el día será más largo, por lo que aconsejan que se duerma algo por la mañana, expuesto a la luz. En viajes hacia el este, el día será más corto, por lo que aconsejan exponerse a la luz durante la mañana y acostarse temprano. También es importante beber mucha agua y evitar el alcohol; hacer ejercicio físico y comer proteínas para permanecer despierto o alimentos dulces para dormir antes. En webs como la de Air Liquide Healthcare se puede encontrar amplia información especializada con consejos al respecto.

29/6/18

Un estudio relaciona unas proteínas cerebrales vinculadas con el Alzheimer con dormir mal [29-6-18]

Un estudio relaciona unas proteínas cerebrales vinculadas con el Alzheimer con dormir mal

Un estudio relaciona unas proteínas cerebrales vinculadas con el Alzheimer con dormir mal

Una investigación apunta a un 'círculo vicioso' conectado con la demencia



Dormir mal en la vejez podría estar vinculado con las placas que taponan al cerebro y que contribuyen a la enfermedad de Alzheimer, sugiere una investigación reciente.

"El sueño parece ser una pieza faltante en el rompecabezas del Alzheimer, y mejorar el sueño podría reducir la carga cognitiva que la enfermedad de Alzheimer conlleva", apuntó el autor del estudio, Bryce Mander, miembro postdoctoral de la Universidad de California, en Berkeley.

No está claro cómo el sueño y la memoria afectan a, o son afectados por, la acumulación de placas de beta amiloidea, que se cree que interfieren en el funcionamiento mental. Pero los hallazgos del estudio apuntan a un importante mensaje sobre el Alzheimer, dijo Mander, que trabaja en el Laboratorio del Sueño y las Neuroimágenes de la universidad.

Para el nuevo estudio, Mander y sus colaboradores reclutaron a 26 adultos mentalmente sanos de 70 a 79 años de edad. Se realizaron imágenes del cerebro para evaluar la acumulación de placas, y se les pidió que recordaran pares de palabras antes y después de dormir una noche. Durante la noche, los investigadores midieron sus ondas cerebrales, y al día siguiente realizaron IRM durante las pruebas de memoria.

Los pacientes con los niveles más altos de placas amiloideas en una parte del cerebro (la corteza medial prefrontal) tenían un sueño más superficial y unos niveles más altos de problemas de la memoria, encontraron los investigadores.

"No se trata tanto de que la memoria tras el sueño sea importante, sino de que el sueño tras el aprendizaje inicial es importante para ayudarnos a conservar la memoria durante más tiempo", apuntó Mander.

El estudio sugiere, aunque no prueba, que el sueño insuficientemente profundo contribuye a "una capacidad reducida de consolidar los recuerdos en el cerebro a largo plazo, lo que resulta en una mayor pérdida de memoria", anotó.

Pero, añadió, no se sabe con certeza "si este vínculo entre el sueño y la enfermedad de Alzheimer puede explicar la pérdida de memoria en los adultos mayores" con unos niveles más altos de placa.

En particular, las perturbaciones del sueño pueden conducir al deterioro de la "memoria episódica", que ayuda a las personas a recordar los eventos, señaló Mander.

"Por ejemplo, lo que desayunamos el martes pasado y con quién estábamos, y el nombre de esa persona. Se trata de una forma esencial de la memoria que nos ayuda a gestionar la vida diaria. Sin ella nos perdemos rápidamente, y nuestra interacción con el mundo se fragmenta", explicó Mander.

Los pacientes de Alzheimer con frecuencia reportan problemas para dormir, anotó un experto.

El Dr. Ricardo Osorio, profesor asistente de investigación en psiquiatría del Centro de Salud del Cerebro del Centro Médico Langone de la NYU, en la ciudad de Nueva York, dijo que los trastornos del sueño "pueden tener un impacto significativo sobre los cuidadores, y son una causa común de la institucionalización temprana".

En años recientes, dijo Osorio, la investigación ha sugerido una conexión entre los problemas del sueño a una edad temprana y la enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia.

Pero, ¿qué sucede primero, dormir mal o la acumulación de placas cerebrales? Mander cree que se fomentan entre sí, creando un "círculo vicioso" que conduce a la enfermedad de Alzheimer.

Osorio dijo que el estudio apunta a esa posibilidad.

¿Es posible que las personas mayores no duerman tan bien como las más jóvenes, fomentando su riesgo de Alzheimer? Quizás no. Osorio dijo que "en los individuos mayores sanos, la tasa de sueño normal es bastante alta".

Pero un peor sueño durante toda la vida parece fomentar el riesgo de Alzheimer, apuntó, y un mejor sueño reduce el riesgo.

"Se ha mostrado que el insomnio promueve el declive cognitivo en las personas mayores, y la apnea del sueño aumenta el riesgo de contraer Alzheimer al mismo tiempo que reduce la edad de inicio del Alzheimer", advirtió Osorio. (La apnea del sueño es un trastorno del sueño caracterizado por interrupciones repetitivas en la respiración).

En una perspectiva más amplia, concurrieron ambos expertos, el sueño es importante, y dormir mejor probablemente pueda ayudar en lo que respecta al Alzheimer.

El estudio aparece en la edición del 1 de junio de la revista Nature Neuroscience.
 

22/6/18

Roncar es malísimo para la salud

Roncar es malísimo para la salud

Roncar es malísimo para la salud

Estudio demuestra que el roncar puede ocasionar daños cerebrales provocando un deterioro de la memoria y del pensamiento a una edad temprana; así como ansiedad y depresión.

milenio.com

Roncar cuando se duerme no sólo afecta a quienes están a tu alrededor, sino también tu propia salud, pues según el Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York puede causar problemas severos.

Un estudio realizado por esta institución demostró que el roncar puede ocasionar daños al cerebro provocando un deterioro de la memoria y del pensamiento a una edad temprana.

Además puede incluso desarrollar la intensa apnea obstructiva del sueño (AOS), que puede causar ansiedad, depresión y también puede ocasionar un rendimiento bajo en el trabajo.

Actualmente puedes encontrar en el mercado un sin fin de métodos para dejar de roncar y conseguir un sueño reparador, pero en últimas fechas en redes sociales ha ganado popularidad un novedoso dispositivo que te ayuda a lograr este objetivos.

Se trata de Stop Snoring Today, que es una especie de faja que se coloca alrededor de la mandíbula para generar un soporte extra en esta parte de la cara.

Y aunque pueda parecer un poco extraño el utilizar este soporte para dejar de roncar, un estudio japonés realizado por el Centro Médico de Kochi, demostró que su uso mejora de manera destacada en un porcentaje de pacientes con apnea obstructiva del sueño y que roncan.

Al utilizar el soporte de mandíbula, los músculos y tejidos de la lengua, del interior de la boca y de la garganta no se mueven, asegurando que la vía respiratoria esté siempre abierta durante el tiempo que se está dormido y con ello se evitan los ronquidos.

Este método puede ser más factible, más económico y menos riesgoso para resolver este tipo de problemas.

9/12/17

Usted necesita dormir y sus células grasas también [9-12-17]


Usted necesita dormir y sus células grasas también

Un estudio muestra la base molecular que está detrás del sueño y el sobrepeso

Quizás tenga muy claro que si quiere perder peso es importante hacer ejercicio y tomar una dieta equilibrada, pero lo que podría sorprenderle es que la falta de sueño contribuye al exceso de peso. Sin un adecuado descanso, las células grasas responden peor a la insulina, lo que podría conducir al sobrepeso y diabetes. Eso es lo que concluye un pequeño estudio en el que se ha averiguado el mecanismo biológico que está detrás del vínculo obesidad y falta de sueño.

"Hemos encontrado que las células grasas [o adipocitos] necesitan 'dormir' para funcionar adecuadamente", afirma Matthew Brady, profesor de medicina, vicepresidente del Comité de Metabolismo Molecular y Nutrición de la Universidad de Chicago y uno de los autores del estudio publicado en la revista 'Annals of Internal Medicine' y el primero de este tipo en mostrar la base molecular que vincula el sueño y la obesidad.

Aunque la grasa no cuenta con buena fama, tiene una importante función en el cuerpo humano. Las células de este tejido se encargan de almacenar de forma segura los lípidos (las moléculas grasas), pero cuando estas células dejan de responder a la insulina del organismo empiezan también a realizar peor su trabajo de almacenaje y los lípidos quedan en el torrente sanguíneo, lo que supone un estado previo a la diabetes tipo 2.

Diferentes estudios epidemiológicos han venido apuntando que aquellas personas que duermen mal tienen peor resistencia a la insulina y cuentan con un mayor sobrepeso. Sin embargo, hasta ahora no había ninguna investigación que mostrara la causa biológica de esa relación. Eso es lo que aporta este nuevo trabajo que, como crítica fundamental, se ha realizado sólo con siete voluntarios, jóvenes y sanos. 

Para llevar a cabo su experimento, los voluntarios pasaron cuatro noches consecutivas durmiendo horas y media y otras cuatro noches en las que sólo pudieron dormir cuatro horas y media. La ingesta alimenticia fue estrictamente controlada y todos estuvieron bajo las mismas condiciones. También a los siete se les extrajo sangre, para realizarles un test de glucosa (que mide la sensibilidad a la insulina), y una biopsia, para extraer células grasas de su abdomen y analizarlas en el laboratorio.

Lo que se comprobó es que después de las cuatro noches en las que los voluntarios durmieron poco sus células grasas tenían una sensibilidad a la insulina un 30% menor, debido a que estas células realizaban peor la fosforilación (una reacción química) de una proteína denominada Akt, crucial para la respuesta a la insulina. Esta reducción (del 30%) es comparable a la diferencia que se da entre las células de una persona obesa y las de una persona delgada o la que se observa en las de una persona con diabetes y otra sin este trastorno. 


Fortalezas y debilidades del estudio

"Los resultados apuntan a una mayor influencia del sueño sobre las funciones del cuerpo humano, incluidas el metabolismo, el tejido adiposo, la función cardiovascular y posiblemente más", señalan Francesco Cappucio y Michelle Miller, médicos de la Universidad de Warwick, en Coventry, Reino Unido, y autores de un editorial que acompaña al estudio. "Estos datos respaldan la búsqueda de estrategias para contrarrestar todo lo que amenace la duración y la calidad del sueño como objetivo para mejorar la salud tanto de las personas como de la sociedad".

Por su parte, Andreu Palou, catedrático de Bioquímica y Nutrición de la Universidad de las Islas Baleares y director del programa de biomarcadores del CIBEROBN, explica que este trabajo "es un estudio interesante, pues identifica unas alteraciones moleculares concretas que experimenta el organismo ante una limitación (severa) de las horas de sueño".

No obstante, este experto apunta algunas de las limitaciones de la investigación como el reducido número de personas estudiadas y el poco tiempo de seguimiento, tan sólo de ocho días. "No sabemos si los efectos observados se mantendrían en un plazo más largo, que es lo más interesante para el tipo de alteraciones estudiadas, que son desordenes crónicos: Obesidad, resistencia a la insulina, diabetes tipo 2. Otro aspecto crítico es que el estudio no parece controlar es el de la duración de los ciclos luz/oscuridad. Presumiblemente, los que estaban más horas despiertos también estaban expuestos a más horas de luz. Se sabe que ese tiempo de exposición a la luz afecta a parámetros metabólicos relacionados con los estudiados".

"Desde luego, la idea es cada vez más concreta de que la falta de horas de sueño conlleva alteraciones metabólicas importantes que pueden afectar incluso al balance energético, la diabetes tipo 2 y la resistencia a la insulina. También dormir poco afecta al sistema cardiovascular, y conlleva además problemas neurológicos y gastrointestinales; pero es difícil hacer recomendaciones generales de horas de sueño, más allá de lo que cada uno perciba, ya que no todos necesitamos lo mismo, hay mucha variabilidad y lo que es suficiente para unos puede no serlo para otros", concluye Palou.


21/11/17

Los cuidadores de más edad tienden a tener peores patrones de sueño [21-11-17]


Los cuidadores de más edad tienden a tener peores patrones de sueño

Las estadías nocturnas con una persona que padece demencia llevaba a cansancio diurno y síntomas de depresión

Los adultos mayores que viven con y ofrecen atención directa durante la noche a alguien que padece de demencia tienen un sueño significativamente peor que otros adultos mayores, según informan investigadores de EE. UU.
El estudio comparó a 31 cuidadores y a 102 personas que no lo eran que tenían entre 60 y 89 años de edad. Los cuidadores durmieron unos 33 minutos menos por noche que los no cuidadores, y tardaron unos diez minutos más para quedarse dormidos. Los cuidadores también tuvieron un sueño más variable de una noche a otra, informaron sobre una peor calidad de sueño, más somnolencia diurna y más síntomas de depresión.

"En promedio, los cuidadores solo durmieron unas seis horas y media por noche y tardaron casi 23 minutos en conciliar el sueño", afirmó en un comunicado de prensa de la American Academy of Sleep Medicine la investigadora primaria Meredith Rowe, profesora asociada de la Universidad de Florida.

"Sin embargo, usando los datos de diarios de sueño que los sujetos llevaron al mismo tiempo, la depresión era el determinante primario del mal sueño y los sujetos deprimidos reportaron menos tiempo de sueño y más tiempo de vigilia durante la semana", apuntó.

Rowe y colegas se sorprendieron del hallazgo de que los cuidadores tardaban más en conciliar el sueño, que es consistente con la mayor preocupación e inquietudes que podrían embargarlos.

Los investigadores apuntaron que esperaban que la causa principal de la pérdida de sueño de los cuidadores fuera más tiempo despiertos durante la noche cuando la persona que padece demencia necesitaba supervisión. Sin embargo, tanto cuidadores como no cuidadores mostraron un promedio de más de 40 minutos de tiempo de vigilia cada noche tras quedarse dormidos inicialmente.

El estudio aparece en la edición del 15 de agosto de la revista Journal of Clinical Sleep Medicine.

1/11/17

Los conflictos laborales pueden hacer mella en el sueño [1-11-17]

 
Los conflictos laborales pueden hacer mella en el sueño

Un estudio señala que son más perjudiciales que las jornadas largas, los turnos de noche o la inseguridad laboral

Es más probable que los problemas comunes relacionados con el trabajo como conflictos con los jefes o compañeros de trabajo afecten el sueño a que lo hagan las largas jornadas, los turnos de noche o la inseguridad laboral.

Esa es la conclusión de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Michigan que analizaron dos encuestas con casi 2,300 adultos de EE.UU. a los que se les dio seguimiento durante una década. A lo largo de ese tiempo, cerca de la mitad de los participantes señaló tener dificultades para dormir.

"En conjunto, el trabajo y el sueño ocupan las dos terceras partes de cada día laboral. Pero hasta ahora, muy pocas investigaciones se habían centrado en las conexiones entre el trabajo y el sueño del trabajador estadounidense promedio", dijo en una declaración preparada Sarah Burgard, profesora asistente de sociología y de epidemiología.

En su análisis de los datos de la encuesta, Burgard y la estudiante de postgrado Jennifer Ailshire hallaron que las condiciones laborales afectaban los patrones de sueño y no al contrario. Los encuestados que se sentían frecuentemente perturbados o irritados en el trabajo, que tenían problemas constantes con sus jefes o compañeros de trabajo, eran cerca de 1.7 veces más propensos que otros a experimentar problemas de sueño.

"Los cambios masivos en la última mitad de siglo han reformado el lugar de trabajo, con mayores implicaciones para el sueño. Para muchos trabajadores, el estrés psicológico ha reemplazado las amenazas físicas", dijo Burgard. "El desgaste físico en el trabajo tiende a crear fatiga física y conduce a un sueño reparador, pero el desgaste psicológico tiene el efecto contrario, pues dificulta conciliar el sueño".

No hubo evidencia de que las jornadas largas o los turnos de noche o fin de semana condujeran a una mala calidad del sueño.

Las investigadoras sí encontraron que los conflictos laborales y familiares así como tener niños de 3 años o menos eran pronosticadores significativos de los problemas de sueño. Las personas que tenían niños menores de tres años eran cerca de 2.2 veces más propensas a informar sobre problemas en la calidad del sueño.

El estudio fue presentado el 17 de abril en la reunión anual de la Population Association of America en Nueva Orleáns.

Burgard señaló que tiene previsto examinar cómo los trabajadores pueden protegerse contra las condiciones laborales negativas y cómo evitar que los problemas laborales afecten el sueño.
  

26/10/17

Las personas con insomnio podrían ser más sensibles al dolor [26-10-17]


Las personas con insomnio podrían ser más sensibles al dolor

La tolerancia varía de acuerdo a la frecuencia y gravedad del trastorno del sueño, según investigadores.

La gente con insomnio o mala calidad del sueño podría ser menos tolerante al dolor, según sugirió un nuevo estudio.

Entre más frecuente y grave el insomnio, mayor es la sensibilidad al dolor, de acuerdo a lo mostrado por un estudio noruego. Además, los investigadores señalaron que la gente con insomnio que también padece de dolor crónico tiene un umbral de dolor todavía menor para las molestias físicas.

Sin embargo es importante señalar que mientras que el estudio encontró una asociación entre la falta de calidad en el sueño y el incremento de la sensibilidad al dolor, no fue diseñado para mostrar una relación causa y efecto.

El estudio, conducido por Borge Sivertsen, del Instituto Noruego de Salud Pública en Bergen, involucró a más de 10,000 adultos. Los participantes del estudio se sometieron a una prueba estándar de sensibilidad al dolor al meter las manos en baños de agua fría durante 106 segundos.

Los voluntarios también fueron cuestionados acerca de la calidad de su sueño. Se les preguntó específicamente si sufrían de insomnio, cuánto tiempo dormían y cuánto tiempo tardaban en quedarse dormidos. Los investigadores también tomaron en cuenta otros factores que podrían afectar la tolerancia al dolor, como dolor recurrente, depresión y ansiedad.

Los científicos encontraron que casi una tercera parte de los participantes fue capaz de mantener la mano dentro del agua fría durante toda la prueba.

Sin embargo, las personas con insomnio eran más propensas a sacar la mano del agua antes de tiempo. De hecho 42 por ciento de las personas con insomnio sacaron la mano antes de terminara la prueba, comparado con el 31 por ciento de quienes no tenían trastornos del sueño, según reveló el estudio publicado en la revista PAIN.

Las personas con casos más graves de insomnio tenían una mayor sensibilidad al dolor, lo que sugiere que la tolerancia al dolor disminuye junto con la calidad del sueño. Por ejemplo, la tasa de tolerancia reducida al dolor era 52 por ciento más alta para los sujetos que sufrían insomnio más de una vez por semana que para quienes no sufrían insomnio. Mientras tanto, la tasa de tolerancia reducida al dolor fue apenas 24 por ciento más alta para aquellos que tenían insomnio una vez al mes, de acuerdo con el estudio.

La gente con insomnio y dolor crónico tenían más del doble de probabilidades de tener una tolerancia al dolor reducida, según el estudio.

"Si bien claramente existe una fuerte relación entre el dolor y el sueño, de manera tal que el insomnio aumenta tanto la probabilidad como la gravedad del dolor clínico", escribieron Sivertsen y sus coautores, "el porqué de esto no es totalmente claro".

El estudio también sugirió que factores psicológicos podrían jugar un rol en la relación entre la mala calidad del sueño y el dolor. Los investigadores dijeron que de igual manera es necesaria más investigación para averiguar de qué manera los neurotransmisores, como la dopamina, podrían afectar el dolor y el sueño.

18/10/17

Para las mujeres, un matrimonio feliz significa un sueño placentero [18-10-17]


Para las mujeres, un matrimonio feliz significa un sueño placentero  

Un estudio halla que aquéllas que tienen uniones problemáticas informan tener más problemas de sueño


Los problemas del matrimonio pueden causar dificultades en la cama, pero no necesariamente el tipo de problema que nos viene primero a la mente.

Una nueva investigación halla que las mujeres que son felices en su matrimonio tienden a dormir más profundamente que las de matrimonios infelices. De hecho, las mujeres que son felices en su matrimonio tienen una probabilidad casi 10 por ciento mayor de dormir plácidamente, en comparación con las que son infelices.

"El matrimonio puede ser bueno para el sueño, si es feliz. Sin embargo, un matrimonio infeliz puede constituir un factor de riesgo para los trastornos del sueño", aseguró la autora principal del estudio Wendy M. Troxel, psicóloga de la Universidad de Pittsburgh.

La pregunta del millón de dólares, apuntó Troxel, es qué sucede primero, ¿el matrimonio infeliz conduce a un sueño deficiente o el problema de sueño contribuye al deterioro del matrimonio?

"Hemos planeado estudios futuros y necesitamos resolver esa cuestión", dijo. "Una persona que no duerme está más irritable y tiene menores niveles de frustración y tolerancia, así que es posible que esto pueda afectar a su matrimonio. Pero sospechamos que ocurre lo contrario", o sea, que un matrimonio infeliz afecta la calidad del sueño porque la persona intenta dormir al lado de otra con la que tiene un problema, algo que resulta estresante.

"Si está estresado o ansioso, su estado puede afectar el sueño", señaló la Dra. Ana Krieger, directora del Centro de trastornos del sueño de la Universidad de Nueva York en la ciudad de Nueva York.

Troxel y sus colegas revisaron los datos de casi 2,000 mujeres casadas que participaron en el estudio Salud de las mujeres por todo el país (SWAN, por su sigla en inglés). Las mujeres tenían una edad promedio de 46 años. Un poco más de la mitad eran blancas, el 20 por ciento de raza negra, el 9 por ciento hispanas, el 9 por ciento chinas y el 11 por ciento japonesas.

Todas las mujeres informaron sobre la calidad del sueño, el estado de su matrimonio, la frecuencia con la que tenían problemas para dormir, si tenían insomnio y qué tan temprano se despertaban.

Las mujeres que estaban felizmente casadas tenían menos problemas de sueño, se quejaban menos del sueño, dormían más plácidamente y eran menos propensas a levantarse temprano o en medio de la noche que las mujeres cuyo matrimonio no era ideal.

Incluso después de ajustar los datos para tomar en cuenta otros factores conocidos por causar problemas de sueño, los investigadores hallaron que las mujeres que eran felices en su matrimonio aún así dormían más profundamente. Y estos hallazgos parecían mantenerse en todos los grupos raciales. Los únicos grupos para los que los hallazgos no fueron estadísticamente significativos fueron para las mujeres chinas y japonesas, pero Troxel sospecha que podría deberse a que no habían tantas mujeres chinas o japonesas en el estudio como blancas o negras.

Troxel tiene previsto presentar sus hallazgos el 9 de junio en la reunión anual de la Associated Professional Sleep Societies en Baltimore.

"Todos los matrimonios no son iguales, pero un matrimonio de alta calidad podría ser bueno para el sueño, mientras que un matrimonio infeliz es una fuente potente de estrés. Una persona podría estar durmiendo con el objeto de su hostilidad", destacó Troxel.

Si una persona tiene mucho estrés debido a su matrimonio u otra fuente, como el trabajo, Krieger enfatizó que necesita arreglar la situación que está causando esa ansiedad. Si no se puede cambiar la situación estresante, recomienda intentar cambiar la forma en que se percibe el estrés. Una buena manera de ayudar a relajarse es a través de la meditación y del yoga, destacó.

Troxel apuntó que si no se está feliz con el matrimonio, la terapia matrimonial o la terapia individual, en caso de que el cónyuge no quiera ir a terapia, puede ser útil.

También recomendó practicar buenos hábitos de sueño, como acostarse y levantarse a la misma hora todos los días.

13/10/17

La falta de sueño profundo aumenta el riesgo de diabetes [13-10-17]

 
La falta de sueño profundo aumenta el riesgo de diabetes

Un estudio halla que tres noches seguidas de sueño interrumpido afectan los niveles de glucosa de los jóvenes

Investigadores sobre la diabetes informan que no dormir profundamente durante apenas tres noches seguidas tiene los mismos efectos negativos sobre la capacidad del organismo de gestionar la insulina como aumentar entre veinte y treinta kilos (44 a 66 libras) de peso.
De hecho, los adultos jóvenes que no duermen lo suficientemente profundo podrían estar aumentando su riesgo de diabetes tipo 2, según un estudio publicado el 31 de diciembre en Proceedings of the National Academy of Sciences.

Según los investigadores, tres noches de sueño interrumpido le dieron efectivamente a los sujetos que estaban en la veintena los metabolismos de glucosa e insulina de quienes tenían tres veces su edad.

Los estudios anteriores han demostrado que no dormir suficientes horas afecta la capacidad del organismo para gestionar los niveles de glucosa y el apetito, lo que aumenta el riesgo de obesidad y diabetes. El estudio actual ofrece la primera evidencia que relaciona la mala calidad del sueño, específicamente la pérdida del sueño profundo o de ondas lentas, con un mayor riesgo de diabetes, según el equipo de investigación del Centro médico de la Universidad de Chicago.

"Estos hallazgos demuestran que el sueño de onda lenta tiene una función clara en mantener el control de la glucosa normal", aseguró en una declaración preparada la Dra. Esra Tasali, profesora asistente de medicina del Centro médico de la Universidad de Chicago. "Una reducción significativa en el sueño de ondas bajas tuvo un efecto adverso inmediato y significativo sobre la sensibilidad a la insulina y la tolerancia a la glucosa", aseguró Tasali.

Los investigadores sugirieron que mejorar la calidad del sueño, especialmente para quien están envejeciendo o son obesos, podría ser un paso importante en la prevención de la aparición de la diabetes tipo 2.

Los investigadores reclutaron a cinco hombres y cuatro mujeres delgados y saludables entre los veinte y los 31. Los investigadores observaron primero a los participantes durante dos noches de sueño ininterrumpido, durante el cual durmieron 8.5 horas, para establecer sus patrones normales de sueño.

Luego, observaron a los mismos participantes durante un periodo de estudio de tres noches, en el que los investigadores perturbaron intencionalmente el sueño cuando sus ondas cerebrales indicaban el comienzo del sueño de onda lenta.

Los sonidos utilizados para interrumpir los patrones de sueño eran lo suficientemente fuertes para hacer pasar a los participantes a otro nivel de sueño, pero no lo suficiente para despertarlos del todo. Según los investigadores, los participantes podían recordar haber escuchado entre tres y quince ruidos en la noche, aunque en promedio fueron interrumpidos entre 250 y 300 veces. Las interrupciones aumentaron cada noche a medida que la necesidad de sueño profundo de los participantes aumentaba.

"Esta reducción en el sueño de onda baja es parecida a los cambios en los patrones de sueño causados por cuarenta años de envejecimiento", aseguró Tasali. Los adultos jóvenes pasan entre ochenta y cien minutos por noche en sueño de onda lenta, mientras que los mayores de sesenta menos de veinte, en general. "En este experimento", dijo, "le dimos a los sujetos que estaban en la veintena un sueño como el de los que están entre los sesenta y los setenta".

Al final de cada estudio, los investigadores le administraron glucosa intravenosa a cada sujeto, luego tomaron muestras de sangre cada cierta cantidad de minutos para medir los niveles de glucosa y de insulina, la hormona que controla la captación de glucosa.

Cuando los investigadores analizaron los datos, establecieron que los pacientes eran casi 25 por ciento menos sensibles a la insulina luego de noches de sueño interrumpido. A medida que se reducía su sensibilidad a la insulina, necesitaron fabricar más de esta hormona para poder procesar la misma cantidad de glucosa. Sin embargo, todos los sujetos menos uno no lograron producir más. Debido a esto, tenían un 23 por ciento más de glucosa en la sangre, el equivalente a los niveles de un adulto de mayor edad que tuviera tolerancia deteriorada a la glucosa.

Los investigadores también hallaron que los participantes que típicamente tenían la menor cantidad de sueño de ondas lentas durante las noches en que no fueron interrumpidos experimentaron la mayor reducción en la sensibilidad a la insulina durante el estudio.